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Hoy miércoles, 14 de febrero, Mojácar se dispone a dar fin a los Carnavales de 2024 con su tradicional entierro de la sardina y da oficialmente comienzo a la cuaresma.
El desfile fúnebre partirá del Centro de Usos Múltiples a las 20,00H. para acompañar a la difunta sardina hasta Plaza Nueva, donde se encuentra ubicado el punto final de su recorrido.
Para este año, la sardina realizará su último viaje a bordo de una carabela, emulando aquellas con las que Colón conquistó América, pero en este caso, nuestro arenque quiere “conquistar el amor” de una bella sirena que le acompaña en la embarcación hasta su último viaje.
Cuenta la leyenda que el entierro de la sardina tiene su curioso origen en el siglo XVIII, a raíz de una partida de estos pescados que encargó Carlos III en 1768 pensando en la Cuaresma y en la prohibición de comer carne. Como por entonces los medios de transporte no eran muy rápidos y el rey vivía en la capital, las pobres sardinas no llegaron en muy buen estado.
La alegría y las bromas, que nunca ha faltado en ningún punto de nuestra geografía, hizo que los vecinos de la localidad organizaran un funeral del que se encargó la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina, creada para la ocasión y que aún mantiene la tradición que se ha extendido por todos los pueblos, plasmada por el propio Goya en su conocida obra “El entierro de la sardina”.
En Mojácar y como ya es habitual, la comitiva fúnebre estará formada por gran número de plañideras y dolientes que, de luto riguroso, con sus correspondientes cirios y mostrando públicamente su dolor, acompañarán a la difunta.
Presidiendo la comitiva, junto al Alcalde y su Equipo de Gobierno, irá un peculiar “sacerdote” oficiando el entierro y recitando las “letanías” que no dejan de encerrar su crítica pertinente, en clave de humor, a todos los personajes conocidos de Mojácar. A cada Santo, su correspondiente petición, a los que todo el cortejo responde fervorosamente.
Dada la solemnidad del momento, la Banda Municipal de Música acompañará en todo el recorrido a todos aquellos que quieran sumarse a esta manifestación de dolor.
Una vez finalizado el entierro, con el deber ya cumplido, el Ayuntamiento ofrecerá un buen chocolate con churros para recuperarse de tanto dolor y despedir a don Carnal y afrontar la llegada de doña Cuaresma.
